Movimientos Sociales hacia el ALBA
“Estamos construyendo un proceso con el objetivo de construir la unidad entre los movimientos sociales del continente”


Entrevista a Joaquín Piñero, integrante de la Secretaria Operativa de Movimientos Sociales hacia el ALBA y de la coordinación nacional del MST de Brasil.

Desde la Carta de Belem del 2009, incluso un poco antes, podríamos marcar el 2006, se han venido dando pasos para crear la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA, y lograr confluir en una asamblea fundacional que impulse el proceso. Teniendo en cuenta esos antecedentes, ¿en qué momento llega la Articulación a esta primera reunión ampliada?

Bueno, es importante esta palabra: proceso. Porque lo que estamos construyendo, todas las organizaciones y movimientos sociales del continente, es justamente eso: un proceso, que tiene como objetivo central, principal, estratégico, construir la unidad entre los movimientos sociales del continente, y a partir de esta, un horizonte único que es la integración popular. La integración de otro tipo, la integración desde abajo. Hemos cumplido varias etapas de trabajo. Pasamos por reuniones pequeñas, mas amplias; incluso, participamos de otros espacios como el Foro de Belem en 2009 y antes, en 2008, en Guatemala. Son pasos que se van dando, justamente porque estamos viviendo un momento importante en la coyuntura de nuestro continente. Hay varios gobiernos que fueron elegidos luego de largos procesos de resistencias contra los modelos neoliberales que se tuvieron en todos los países de nuestro continente, excepto Cuba.

Entonces estas luchas que podemos enumerar desde 1992, cuando empezamos con la exitosa campaña de resistencia indígena, negra y popular, fueron, quizás, el primer momento importante de este proceso de articularnos entre nosotros, de identificar un enemigo principal y hacer luchas conjuntas. Desde ahí vinieron otros procesos como la campaña contra el ALCA. Podemos hacer otros recorridos para entender que este momento que vivimos, empezó allá atrás. No estamos inventando nada nuevo, estamos batallando para poder concretar la la unidad y pensar conjuntamente con los movimientos sociales qué tipo de integración queremos y cómo vamos a avanzar de aquí hacia adelante con los proyectos de integración que se están dando en el continente, y la participación decisiva, fuerte, importante de las organizaciones sociales. La gente, los pueblos tienen que participar de estos procesos. No podemos dejar que sea construidos sin la participación popular.

Hasta hoy la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA asume como parte de su nombre una propuesta institucional, que nace en 2004 desde los gobiernos de Cuba y Venezuela. Sin embargo, el hecho de reunirse aquí es un intento de autogestión, de construir un proyecto de integración autónomo. ¿Cómo dialoga este proceso de movimientos sociales con esa institucionalidad del ALBA, y más allá, o sea con otros mecanismos que surgen desde los gobiernos?

Nosotros pensamos, y eso es consenso en todos los movimientos que actuamos en esta construcción de que el ALBA es una propuesta distinta, nueva. Quizás podríamos decir que es una propuesta pos-neoliberal cuando miramos la integración continental. Tiene otros principios, otra naturaleza, no es una integración netamente comercial que articula las mercancías. Va más allá. Tiene mucho que ver con la integración del pueblo, con su autodeterminación, con la soberanía de cada país. Tiene que ver con la solidaridad. Esas son las bases de la propuesta del ALBA.

Fue justamente a partir de la iniciativa de Cuba, Venezuela y los países que componen el ALBA de los gobiernos que hubo una apertura para hacer un diálogo con los movimientos para la construcción de esta Articulación. Al caminar percibimos que era importante ampliar este espacio para otros movimientos que sus países no estaban integrando el ALBA. Nuestra idea es que podamos converger, más allá de este espacio, ir convergiendo con las propuestas y con las acciones en cada país.

Si bien hay muchas certezas sobre lo estratégico de la Articulación para la lucha popular, hay determinadas incertidumbres relacionadas con la existencia de otros procesos anteriores como la alianza social continental, otras redes, ¿Qué aportes le hace la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA a los movimientos en medio de este panorama donde también existen otras redes, otras campañas que también articulan continentalmente a los sectores populares?

 Esos otros espacios fueron importantísimos para toda la construcción que hacemos aquí. Siempre participábamos, estábamos juntos, construimos las campañas contra el ALCA, la deuda, la militarización. Ahora entendemos que es el momento de tener un espacio donde los movimientos sociales, específicamente los que tengan base social organizada, puedan plantear alternativas de integración. Eso no significa que se vetan o demeriten. Entendemos que es importante que sigan articulándose. Pero para nosotros, para las organizaciones sociales, en cuanto movimientos, organizar un espacio más específico nos permitirá actuar con más fuerza. Por ejemplo, dentro del Foro Social Mundial nosotros tenemos la asamblea de movimientos sociales; pero aquí en el continente queremos construir un espacio donde estén únicamente los movimientos sociales que tengan base social organizada. Hay otros donde es posible la participación de organizaciones no gubernamentales, de otras entidades, y nosotros entendemos que es importante que continúen organizándose.

Este proceso de Articulación ha tenido que enfrentarse a determinadas realidades nacionales, que si bien revelan nuestras luchas comunes, son diferentes en su estructura, en las dinámicas, en las tensiones del campo político de los sectores populares. ¿Cómo podría contribuir la Articulación al reascenso de la lucha social en cada país?

Uno de los principios de nuestra Carta de Belem es que no vamos a inmiscuirnos en los asuntos internos de las organizaciones. Entendemos que ahí hay soberanía, autonomía y las organizaciones tienen que resolver sus problemas internos, que son parte de la vida, la lucha política y social.

Ahora lo que queremos y entendemos como posible a partir de la Articulación que muchos de los movimientos están mirando algo más allá, la integración. Eso puede ser un rol importante de la Articulación: mantener un espacio amplio para poder hacer los debates, las discusiones y las acciones que son importantes hacia un horizonte común. Dentro de este proceso debemos distinguir nuestros enemigos y elegir las acciones compartidas para el enfrentamiento. Entonces, hasta ahora acumulamos en la lucha antiimperialista, por lo tanto hay organizaciones que tienen la pelea interna, pero convergen en que propuestas estratégicas. Este es el espacio para poder actuar de forma conjunta. Es un espacio que puede servir, incluso, para juntar las fuerzas que muchas veces tienen alguna diferencia en sus países. Creo que es un camino que hay que ir construyendo hacia la unidad. Sin olvidar las diferencias que muchos tenemos y que intentaremos solucionar. Pero aquí tenemos algunos propósitos más amplios para todo el continente. Es un espacio que dialoga con los movimientos, con los gobiernos progresistas, con la realidad del continente sabiendo quiénes son nuestros principales enemigos.

La Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA tiene su antecedente en un proceso histórico de búsqueda de la integración en América Latina, que viene con los principales libertadores en las luchas por la independencia, y, en la historia más reciente, tiene a figuras como Chávez. Entonces, ¿qué nuevos desafíos le impone la ausencia del líder bolivariano a la integración desde abajo? ¿Qué sentidos estratégicos tiene esta integración en el actual contexto?

Uno de los principios de esta Articulación es el de la solidaridad. Dentro de la solidaridad reconocemos las luchas que durante mucho tiempo han peleado con un objetivo común, la liberación de nuestros países, de nuestros pueblos del yugo imperialista. Rescatamos la figura de Martí, de Simón Bolívar, del Che, de otros luchadores y luchadoras que han contribuido fundamentalmente para producir conocimientos, ideas de liberación. Y más recientemente miramos los ejemplos de muchos de nuestros compañeros y compañeras que todavía siguen peleando como Fidel, Chavez que fue uno de los grandes incentivadores de esos procesos y siempre estuvo con nosotros en los momentos de construcción, aportando, discutiendo, trayendo sus ideas, sus pensamientos y eso para nosotros es fundamental.

Y realizar la Asamblea en este momento, donde hay una coyuntura compleja en el continente, la situación de Venezuela que sigue su batalla contra la derecha fascista, la derecha golpista, todo el proceso que está pasando Cuba; lo que ocurre en Haiti con las luchas de los campesinos y de todo el pueblo haitiano para salir de una crisis muy profunda de intervención, de invasión; la situación de Paraguay que antes, en este proceso, estuvimos muy juntos luchando y peleando por la victoria del presidente Lugo y que fue derrumbado por un golpe; ahí estamos junto con las organizaciones sociales de Honduras que también pasaron por un golpe… En fin, hay una situación muy dinámica y fuerte. Esta Asamblea va a tener que analizar este proceso y salir de aquí con algunas propuestas de acciones ante la coyuntura para que podamos avanzar. Porque si nosotros no nos organizamos con acciones concretas, con luchas concretas, y construimos la unidad es perfectamente posible que haya un retroceso de todo lo que conseguimos.

Es muy fácil identificar el enemigo cuando se trata del imperialismo norteamericano o europeo, pero cada vez más el papel de Brasil en el continente no le deja el mejor resultado a los pueblos; pasa en Paraguay, en Bolivia y en otros lugares. ¿Qué ocurre cuando movimientos sociales de América Latina -de esos países específicamente, integrados a la Articulación- están luchando en contra de determinados acuerdos con Brasil que hoy tiene un gobierno que responde a un campo más progresista y dialoga con movimientos sociales brasileños en algunos contextos ?

Nosotros aquí en Brasil, principalmente los movimientos sociales que componemos el Capitulo de Brasil del ALBA-movimientos, que integramos la Vía Campesina, tenemos una lectura, una mirada de que si hay alguna empresa brasileña -aunque sea de capital nacional- que tiene algún proyecto en esos países que masacran a los pueblos indígenas, a los campesinos, que explotan a los trabajadores y si hay una reacción de estos movimientos, no tendremos duda -pero ninguna duda- de que vamos a estar al lado de los trabajadores de cualquier país. Y si tenemos que hacer una lucha aquí en Brasil, en contra de estas empresas, lo vamos hacer… tenemos eso muy claro. Porque entendemos que hay un proceso del capital, que no tiene fronteras. La lucha tiene que ser contra las empresas capitalistas.

Por lo tanto, sabemos que hay dos proyectos en disputa en el continente: el del imperio y el que defendemos, con otro tipo de integración.

Tenemos que estar juntos y presionar incluso al gobierno brasileño para que no apoye estos proyectos. Esa es otra línea de trabajo: presionar a las empresas y luchar contra sus políticas de explotación. Y entendemos que, aunque los gobiernos sean de tinte progresista, los movimientos sociales tienen que comprender que hay una naturaleza de los gobiernos y una de los movimientos sociales. Si los gobiernos no están presionados, van a hacer las cosas desde la óptica de las empresas capitalistas. Por eso tenemos que estar muy pendientes de todas las acciones, y una reunión como esta es importante porque también vamos a escuchar cuánto se han avanzado ante los procesos de explotación, independientemente de la nacionalidad de la empresa… y de ahí ver qué hacer para estar más junto a los trabajadores.

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