Una multitud recibió a la “marcha negra” de los mineros en Madrid






Acompañada de una multitud que superó todas las expectativas, la “marcha negra” de los mineros del carbón del norte de España atravesó hoy el centro de Madrid en dirección a la emblemática Puerta del Sol.
por Política Tandil  | 10/07/2012

La magnitud de la demostración de reivindicación popular la confirmó como símbolo del recrudecimiento de la lucha contra los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy.

A gritos de “¡Que viva la lucha de la clase obrera!” y “¡Madrid, entero, desea ser minero!”, varios miles de personas siguieron a los mineros, que con sus cascos y linternas fueron abriéndose paso por las calles de la capital española alumbrando el camino de la lucha.

“Juntos podemos / cambiar el sistema”, “La lucha es / el único camino”, coreaban los manifestantes, muchas familias y jóvenes, que con sus cánticos y pancartas de apoyo rodearon a los mineros, quienes avanzaron lentamente custodiados por un cordón de seguridad de los sindicatos.

Los trabajadores volverán a marchar mañana al mediodía en defensa de los puestos de trabajo del sector, esta vez hacia el Ministerio de Industria español, en otra protesta que también promete ser masiva.

Los mineros, en huelga indefinida desde hace 43 días, protestan contra la decisión del Ejecutivo del derechista Partido Popular (PP) de recortar en más de un 60 por ciento las ayudas al sector, algo que, denuncian, llevará al cierre de las minas en España y supondrá una condena para los pueblos y numerosas familias que dependen de la actividad.

Desde el pasado 22 de junio, unos 200 mineros, integrados en tres columnas que partieron de Asturias, León y Aragón –a está última se incorporaron trabajadores de Castilla-La Mancha y Andalucía-,  recorrieron a pie la distancia que separa las cuencas mineras del norte del país de Madrid, donde esta tarde celebraron un acto en la Ciudad Universitaria, y desde allí partieron en una marcha nocturna hasta la Puerta del Sol.

La protesta pasó por delante del Palacio de La Moncloa -sede del Ejecutivo- a cuyas puertas los mineros hicieron una silbatina y reclamaron a Rajoy su dimisión. “Si esto no se arregla / guerra, guerra, guerra”, corearon los manifestantes, cuya marcha fue transmitida en directo por internet.

El movimiento de los indignados o 15-M convocó a los ciudadanos a recibir en la emblemática plaza madrileña a los mineros, considerados “un ejemplo de lucha”, y a acompañarlos mañana hasta el ministerio de Industria.

La plataforma Democracia Real Ya, una de las promotoras del movimiento, expresó en un comunicado su “apoyo incondicional a los mineros” ante el “ataque y robo del sector”, y denunció al Gobierno de Mariano Rajoy de estar “al servicio del lobby energético” del país que busca beneficios a costa de los ciudadanos.

Entre las medidas, los indignados mencionan la decisión del Gobierno de promover la extracción de petróleo en las islas Canarias, proyecto en manos de Repsol, la ampliación de la vida de centrales nucleares viajas como Garoña o la compra de carbón alemán, sirviendo a los intereses del mercado de la canciller alemana, Angela Merkel.

Tras más de 400 kilómetros recorridos a pie durante 19 días de marcha, los mineros están exhaustos pero mantienen vivas sus esperanzas, ya que se han visto sorprendidos por el apoyo que encontraron durante el camino.

“El Gobierno de este país está adoptando medidas que afectan a todos los sectores, y la gente se siente muy reflejada en nosotros, hemos recibido muchos apoyos desde que salimos de nuestra tierra”, aseguró en declaraciones a Télam el minero asturiano José Luis Fernández, portavoz del sindicato SOMA-FITAG-UGT.

“Las expectativas de que el Ejecutivo rectifique a último momento son pocas, pero seguiremos en lucha, tenemos compañeros que llevan 45 días encerrados en las minas”, añadió este portavoz gremial, quien destacó la “insensibilidad” del Gobierno de Mariano Rajoy que “se niega a negociar y se limita a imponer sus medidas”.

“El conflicto lo creó el Gobierno que no quiere cumplir con el plan general de minería aprobado por el anterior Ejecutivo, que finaliza en 2012 y cuenta con el aval de la Unión Europea”, denunció Fernández.

Según el representante sindical, esta actitud del gobierno responde a que “creen que si son capaces de doblegar al sector históricamente más contestatario nadie más se va a mover”.

“Se trata de una estrategia política, el problema no es meramente económico, ya que las ayudas a la minería son insignificantes en comparación con el dinero público que se emplea en otros sectores”, añadió.

“España es un país que depende en un 82 por ciento del exterior a nivel energético. Es una falacia cuando se dice que se va a dejar de quemar carbón”, remarcó el minero.

Los gremios del sector denuncian que el presidente del Gobierno Mariano Rajoy no defiende las fuentes energéticas del país y permite la entrada de carbón importado.

“Sólo hace falta dar un paseo por el puerto de Gijón, hay carbón de África, Latinoamérica, y hasta de Alemania”, afirma Fernández, quien denunció que se compra carbón más baratos de países donde las medidas de seguridad son precarias, lo que trae aparejado un gran costo social.

Por otro lado, los gremios aseguran que las comarcas mineras del norte de España están viviendo este conflicto con enorme preocupación porque el cierre de las minerías convertirá la zona en un gueto, ya que las empresas que crearon empleo alternativo al carbón, gracias a ayudas europeas, están cerrando por la crisis.“Si cierran las minas sería un desastre” subraya este nieto e hijo de mineros de Asturias.

En medio de la peor crisis económica en décadas, los mineros, que cuentan con gremios profundamente arraigados en el movimiento obrero del país, asumieron la defensa de sus puestos de trabajo con mayor determinación que otros sectores, también afectados por las medidas de ajuste.

La lucha de los mineros españoles, quienes mantienen paralizada la actividad con encierros en las minas, cortes de rutas y vías de ferrocarril, recrudeció progresivamente y a mediados de junio dio la vuelta al mundo cuando respondieron a la represión lanzando proyectiles con bazucas caseras a la Guardia Civil española.

La escalada de violencia recordó la represión de los mineros ingleses cuando lucharon contra el desmantelamiento de las minas de carbón por parte de la premier británica Margaret Thatcher en los años 80, que dejó a miles de personas en la calle.

La minería del carbón española, altamente contaminante, está en decadencia y necesita ayudas públicas para subsistir. Hace 25 años, el sector empleaba a más de 50 mil personas frente a los ocho mil de la actualidad, aunque los sindicatos hablan de casi el doble.

El ex presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien enarbolaba un discurso a favor de las energías limpias, aprobó un decreto que prolongó hasta 2012 las ayudas que debían eliminarse de acuerdo con la normativa europea.

Su sucesor, Mariano Rajoy, se comprometió a mantener las ayudas públicas pero los sindicatos denuncian que el Presupuesto General del Estado (PGE) de 2012 recorta los subsidios en un 63 por ciento.

Los mineros esperan movilizar mañana a miles de personas. Desde las comunidades mineras saldrán unos 500 colectivos con trabajadores que se sumarán a la protesta en Madrid. No sólo cuentan con el apoyo de los indignados, también partidos de izquierda y trabajadores de distintos sectores, como los bomberos y los empleados públicos, afectados por los recortes del Gobierno, se comprometieron a sumar fuerzas.

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