Redención de penas: Hay casos en los cuales jamás debe aplicarse.


Redención de penas: Hay casos en los cuales jamás debe aplicarse.
Miguel Ángel Albizures

17 de julio 2012
El Períodico
   Como dijo el arzobispo Óscar Julio Vian, “este tipo de acontecimientos solo pasan en este país. Esta resolución también es una injusticia para quienes sufrieron y murieron en manos del Ejército durante el conflicto armado”, refiriéndose al beneficio de la libertad que un juzgado ha concedido a Byron Disrael Lima Estrada. Y tiene razón, pues a Lima Estrada ya se le había denegado la redención de penas en 2010, porque había falsificado documentos en su petición. Ese hecho, con los agregados de haber estado años recluido en el Hospital Militar, sin demostrar servicios, trabajo o buen comportamiento, era suficiente para denegarle la libertad anticipada.

 Pero además, hay casos en los cuales jamás debe aplicarse, pues no se trató de un simple asesinato que afectó a una familia, sino de un magnicidio que conmovió a la nación y a la comunidad internacional. 

 Los tres han guardado prisión no solo por la complicidad en el crimen, sino porque han guardado silencio para proteger a quienes planificaron y ejecutaron el crimen y desgraciadamente, en este caso, el Ministerio Público continúa con pasos de tortuga y hasta el momento se desconocen los resultados de sus investigaciones sobre quienes, en esa época, estaban de servicio o en altos puestos en el Estado Mayor Presidencial, que por suerte desapareció del mapa, y mientras esas investigaciones no avancen, la impunidad seguirá rodeando la muerte de monseñor Gerardi.

 Sé que muchos van a lanzar una sarta de insultos, ya que es lo único que tienen a falta de fundamentos para defender a militares a quienes la justicia ya condenó. Solo falta que la redención de penas se le aplique también a Byron Lima Oliva y se haga caso omiso de las denuncias que se presentaron, en 2009, al Procurador de Derechos Humanos y que salieron publicadas en elPeriódico, del 25 marzo del 2010: “Byron Lima Oliva encerró a 13 reos de diferentes sectores en un corredor de 6 metros de largo por 2 de ancho. Según la denuncia, los reos se encontraban en “condiciones infrahumanas ya que cuando llueve se entra el agua y no tienen sanitario, aguantan hambre y si quieren alguna cosa tienen que pagar para obtenerla, además, los agreden verbalmente, psicológicamente a tal punto de ser agredidos físicamente”.

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